Fuiste tan amado que te quedaste con nuestros corazones. Niñas, niños, jóvenes, mujeres, hombres, abuelas, abuelos te amaron y te aman, donde tú llegabas impartías amor, esperanza, alegría, frenesí como tu decías.
Que dios te tenga en la gloria porque te lo mereces. Te tengo en mi corazón.